La OMS define la salud mental como un estado de bienestar en el cual un individuo es consciente de sus capacidades, puede afrontar tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y contribuye a la comunidad (OMS, 2011)1.
A su vez la salud mental tiene varios aspectos a considerar (OPS, 2013)2:
- Es un recurso fundamental para los individuos, familias, instituciones y comunidades.
- Contribuye al funcionamiento de la sociedad.
- Abarca a todas las personas dado que se genera en nuestra vida diaria.
- Contribuye al capital social, humano y económico.
En este sentido, la salud mental se comprende como un fenómeno complejo, donde dimensiones biológicas, psicológicas y sociales se entrecruzan en los distintos tránsitos por el sufrimiento mental como parte del proceso vital singular.
Por lo tanto, para que se cumplan estas premisas y se respete y estimule la salud mental es necesario sostener algunas premisas y acciones destinadas a identificar y promover factores que estimulen la misma, desde una perspectiva integral e intersectorial. Asimismo, dichas estrategias deben formularse en relación a un plano social y político concreto, caracterizado en Uruguay por la reforma que orienta la Ley de Salud Mental (Ley 19.529), en términos de aspectos normativos de las políticas de salud y del ejercicio de los derechos, la gestión de los recursos públicos y su redistribución.
Objetivos
Son objetivos de esta línea de investigación:
- Diseñar y evaluar modelos comunitarios e institucionales de atención y prevención en salud mental.
- Identificar factores de riesgo y protección relacionados.
- Promocionar la salud mental, no solo desde espacios académico y de investigación, sino también políticos.