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Resumen

La pandemia por COVID-19 ha generado consecuencias a muchos niveles; político, sanitario, económicos y sobre la salud mental. El presente proyecto tiene como objetivo indagar sobre las consecuencias en la salud mental, para esto aplicaremos una encuesta virtual con escalas que miden estados de ansiedad, ánimo, consumo de sustancias, entre otro, a personas mayores de edad que residan en Uruguay. Además de las escalas habrá preguntas demográficas que permitirán modelar las variables vinculadas con la salud mental según características de la población. Esperamos que los resultados encontrados sirvan como insumos para evaluar el impacto de la pandemia en la salud mental de los residentes en Uruguay, y aportar a generar estrategias paliativas.

Equipo
Otros investigadores

Vicente Chirulo

Más información

A.- Fundamentación y antecedentes.
El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declara la Covid-19, enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, como una pandemia. A partir de ese momento, los países han tomado distintas medidas para evitar la propagación de la enfermedad, como el aislamiento social extremo o cuarentenas obligatorias, cuarentenas localizadas, cuarentenas sugeridas, testeos masivos, etc.

El 13 de marzo se reportan los primeros casos en Uruguay y se declara la emergencia sanitaria. Seguidamente, se decreta la suspensión de las clases en todos los niveles, públicos y privados, y la suspensión de espectáculos públicos y eventos en donde se concentren muchas personas. El gobierno nacional exhortó a restringir las actividades sociales, evitar las aglomeraciones y, de ser posible, trabajar a distancia. Es importante destacar que, de acuerdo a una encuesta de la empresa CIFRA (CIFRA, 2020), el 91% de los encuestados no sale de su casa salvo necesidad, el 88% mantiene distancia social y el 84% no se junta con amigos.

Estas medidas tienen impactos económicos y sociales (por ejemplo, el BPS recibió 64.825 solicitudes de seguro de desempleo al 26 de marzo) y psicológicas. La cuarentena es una experiencia displacentera que implica la separación de los seres queridos, la falta de libertad, e incertidumbre sobre el estado de salud. En particular, se ha observado que la cuarentena tiene efectos psicológicos negativos, incluso para quienes no tienen síntomas, por ejemplo: trastorno por estrés postraumático, confusión, enojo e intentos de autoeliminación (Xiao, Zhang, Kong, Li, & Yang, 2020).

Es importante destacar que, a nivel internacional, son pocos los estudios que han investigado los efectos de la cuarentena en la salud mental y el bienestar, e incluyen poblaciones con SARS (Severe Acute Respiratory Syndrome), Ébola, H1N1, Síndrome respiratorio del medio oriente e influenza equina. Mayormente, estos estudios se han realizado en personal de la salud, en personas que han tenido contacto con pacientes y, por lo tanto, deben realizar la cuarentena durante el período de incubación, en poblaciones específicas (como los propietarios de caballos en el brote de influenza equina en Australia), o localidades con brotes de alguna de estas enfermedades (Brooks et al., 2020). Algunos de estos estudios han comparado los indicadores psicológicos de las personas en cuarentena y aquellos que no lo están (Bai, Lin, Lin, Chen, Chue, & Chou, 2004;Taylor, Agho, Stevens, & Raphael, 2008; Wu et al., 2009; Liu et al., 2012; Sprang & Silman, 2013). Se ha observado que las personas en cuarentena presentan más síntomas de trastorno por estrés postraumático, ansiedad, irritabilidad, insomnio, falta de concentración y depresión. Asimismo, evidencian que algunos de
estos síntomas incluso pueden persistir tres años después del período de cuarentena. Los estudios que únicamente se enfocaron en poblaciones en cuarentena muestran puntajes elevados en: síntomas psicológicos generales, síntomas de trastorno por estrés postraumático, ansiedad, irritabilidad, depresión, perturbación emocional, estrés, estado de ánimo deprimido, ira/enojo, agotamiento emocional, soledad y abuso o dependencia de sustancias (Maunder et al., 2003; DiGiovanni, Conley, Chiu, & Zaborski, 2004; Hawryluck, Gold, Robinson, Pogorski, Galea, & Styra, 2004; Lee, Chan, Chau, Kwok, & Kleinman, 2005; Marjanovic, Greenglass, & Coffey, 2007; Reynolds, Garay, Deamond, Moran, Gold, & Styra, 2008; Wu et al., 2008; Mihashi, Otsubo, Yinjuan, Nagatomi, Hoshiko, & Ishitake, 2009; Yoon, Kim, Ko, & Lee, 2016; Bo et al., 2020). Asimismo, en un seguimiento posterior a la cuarentena se observó que los individuos presentaban comportamientos de evitación (evitar espacios públicos y lugares concurridos) (Reynolds et al., 2008).

Se ha observado que diversas variables son predictoras del efecto de la cuarentena en la salud mental de los individuos. La edad, el nivel educativo, el sexo, tener/no tener hijos y tener historia de algún trastorno mental podrían ser factores moduladores del efecto de la cuarentena (Taylor et al., 2008). Asimismo, se han observado los efectos de los estresores durante la cuarentena. Por ejemplo, se ha observado que cuanto más larga es la cuarentena, más pobre es el resultado en salud mental de los individuos (Hawryluck et al., 2004; Marjavonic et al., 2007; Reynolds et al., 2008). Esto se ve empeorado por extensiones de la cuarentena que pueden exacerbar la frustración de las personas (Rona et al., 2007). Por otro lado, el aburrimiento es un factor que impacta en la salud mental de los individuos (Blendon, Benson, DesRoches, Raleigh, & Taylor-Clark, 2004; DiGiovanni et al., 2004; Hawryluck et al., 2004; Robertson, Hershenfield, Grace, & Stewart, 2004; Reynolds et al., 2008; Cava, Fay, Beanlands, McCay, & Wignall, 2005; Braunack-Mayer, Tooher, Collins, Street, & Marshall, 2013; Desclaux, Badji, Ndione, & Sow, 2017; Wilken et al., 2017). En particular, aquellos individuos que
mantienen rutinas en la cuarentena realizan actividad física y mantienen sus interacciones sociales virtualmente, tienen menos probabilidades de sufrir los impactos negativos de la cuarentena. Además, se han observado factores protectores como el capital social, definido como el deseo de generar cohesión social, confianza y participación en las actividades comunitarias; niveles elevados de capital social se asocian positivamente con el aumento de la calidad del sueño, que a su vez se asocia con menores niveles de ansiedad y estrés (Xiao et al., 2020).

En relación a la actual emergencia sanitaria, la literatura científica se ha enfocado, principalmente, en las intervenciones psicológicas con pacientes e intervenciones en crisis. Solo 4 artículos, realizados mayormente en China, se han enfocado en los impactos psicológicos de las medidas de cuarentena y/o aislamiento social y sus mediadores (Li, Wang, Xue, Zhao, & Zhu, 2020; Qiu, Shen, Zhao, Wang, Xie, & Xu, 2020; Xiao et al., 2020; Zandifar & Badrfam, 2020; ). Más importante aún, en Uruguay no se presentan antecedentes de una medida de  estas características y, por lo tanto, no existen estudios acerca de los efectos psicológicos del aislamiento social en esta población. Dada la rápida y dinámica evolución de la Covid-19 es necesario producir evidencia sobre los impactos psicológicos que las medidas de aislamientos social pueden generar en la población uruguaya. Esto permitirá no solo conocer el impacto de la emergencia sanitaria en la salud psicológica de nuestra población sino también aportar a fortalecer los mecanismos de prevención y atención psicológica que se están desplegando actualmente ante la emergencia sanitaria.

 

B.- Objetivos 

Objetivos generales:
1. Cuantificar la relación entre la situación de cuarentena y síntomas psicopatológicos (Depresión, Ansiedad, Somatizaciones, Obsesiones y compulsiones, Sensitividad interpersonal, Hostilidad, Ansiedad fóbica, Ideación paranoide, Psicoticismo, Consumo de sustancias, Desesperanza) en residentes en Uruguay mayores de 18 años.
2. Analizar, en dicha población, la mediación entre dichas variables por parte de: factores sociodemográficos, de situación y afectación actual por la cuarentena, nivel socioeconómico y personalidad (Impulsividad - Búsqueda de Sensaciones no socializada, Neuroticismo-Ansiedad, Agresión-Hostilidad, Actividad y Sociabilidad).


Objetivos específicos:
1. Analizar la relación entre la situación de cuarentena y síntomas psicopatológicos durante el transcurso de la misma, y posteriormente al levantamiento de las medidas.
2. Analizar la relación entre la situación y afectación actual por la cuarentena, con los síntomas psicopatológicos.
3. Cuantificar las variables con mayor poder de predicción acerca de la sintomatología psicopatológica.
4. Analizar la mediación de las variables sociodemográficas sobre la relación entre la situación de cuarentena y las distintas dimensiones psicopatológicas evaluadas.
5. Analizar la mediación del nivel socioeconómico sobre la relación entre la situación de cuarentena y las distintas dimensiones psicopatológicas evaluadas.
6. Analizar la mediación de las variables de personalidad sobre la relación entre la situación de cuarentena y las distintas dimensiones psicopatológicas evaluadas.

 

C.- Preguntas que busca responder el proyecto.

  • ¿El aislamiento social en residentes en Uruguay, impacta sobre las variables psicopatológicas a estudiar?
  • ¿Que rasgos de personalidad son protectores/predisponentes a manifestar esta sintomatología en el aislamiento?
  • ¿Que aspectos sociodemográficos son protectores/predisponentes a manifestar esta sintomatología en el aislamiento?

 

D.- Estrategia de investigación y actividades específicas.

Diseño.

Se trata de un estudio de cohorte de tipo longitudinal, correlacional-causal (Hernández Sampieri et al., 2010).

 

Participantes.

Participarán del estudio personas residentes en Uruguay mayores de edad (18 años o más) que declaren no presentar alguna de las siguientes condiciones:

  1. Haber tenido un intento de autoeliminación en los últimos 6 meses.
  2. Haber tenido una internación psiquiátrica en los últimos 6 meses.
  3. Padecer Esquizofrenia, Demencia, Discapacidad Intelectual o Síndrome de Down.

Se hará un muestreo no probabilístico, mediante convocatoria a través de redes sociales, mailing y canales de comunicación institucionales de aquellas instituciones que deseen colaborar con la difusión del proyecto.

 

Instrumentos.

Se utilizarán los siguientes instrumentos:
1. Cuestionario sociodemográfico “ad-hoc”.
2. Cuestionario “ad-hoc” sobre contexto y situación actual respecto a la llegada de la COVID-19 al Uruguay y las condiciones de cuarentena no obligatoria (por ej.: con quién vive, condiciones materiales de la vivienda, rutinas, interacciones sociales, etc.).
3. Versión abreviada del Índice de Nivel Socioeconómico, INSE (CINVE, 2012), que evalúa nivel socioeconómico.
4. Symptom Assessment-45, SA-45 (Sandín et al., 2008), autorreporte que evalúa las 9 dimensiones de síntomas psicopatológicos del modelo de Derogatis (1977):

  • Somatizaciones
  • Obsesiones y compulsiones
  • Sensitividad interpersonal
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Hostilidad
  • Ansiedad fóbica
  • Ideación paranoide
  • Psicoticismo


5. Adaptación argentina del Cuestionario de Personalidad Zuckerman-Kuhlman, ZKPQ-50-CC (Póo et al., 2013), autorreporte que evalúa las siguientes dimensiones de personalidad:

  • Impulsividad-Búsqueda de Sensaciones no socializada
  • Neuroticismo-Ansiedad
  • Agresión-Hostilidad
  • Actividad
  • Sociabilidad

 

6. Adaptación argentina del Inventario de Depresión de Beck, BDI-II (Brenlla & Rodríguez, 2006), autorreporte que evalúa: síntomas depresivos.


7. Versión española del Inventario de Ansiedad estado-rasgo (Spielberger et al., 2015), autorreporte que evalúa:

  • Ansiedad estado
  • Ansiedad rasgo

 

8. Cuestionario “ad-hoc” que evalúa consumo de sustancias.

 


9. Versión argentina de la Escala de Desesperanza de Beck, HS (Mikulic et al., 2009), que evalúa riesgo de suicidio.

 

Procedimiento

Tanto el procedimiento de consentimiento informado como la aplicación de los instrumentos se realizarán a través de un formulario online. Se solicitará un email de contacto para hacer las evaluaciones consecutivas (cada 15 días). Se realizarán evaluaciones hasta 60 días después de levantadas las medidas de confinamiento (cuarentena). Los instrumentos descritos, se aplicarán de la siguiente manera:
1. En la primera aplicación, se utilizarán todos los instrumentos.
2. En las siguientes aplicaciones, se aplicarán solamente:

  • Cuestionario “ad-hoc” sobre contexto y situación actual respecto a la llegada de la COVID-19 al Uruguay y la cuarentena no obligatoria.
  • Symptom Assessment-45, SA-45.
  • Inventario de Depresión de Beck, BDI-II.
  • Inventario de Ansiedad estado-rasgo, STAI.
  • Cuestionario “ad-hoc”, que evalúa consumo de sustancias.
  • Escala de Desesperanza de Beck, HS.

 

Análisis de datos.

Los datos enviados por los participantes, se descargan automáticamente en una base de datos. La misma se exportará para su análisis a través de los software estadísticos SPSS y R. Se realizarán contrastes de medias, ANOVAs, ANOVAs de medidas repetidas, regresión lineal múltiple, análisis de correlaciones y correlaciones parciales, entre otros.

 

E.- Personal asignado al proyecto así como el personal a contratar, detalle de las tareas a
realizar por cada integrante.

No se prevé la contratación de personal. Todos los involucrados tienen formación en las diferentes áreas psicopatologías a analizar, además de experiencia en intervenciones epidemiológicas y uso de software para análisis de datos.


F.- Equipos y Materiales.

Contamos con todo lo necesario para llevar adelante la propuesta, escalas, software de
análisis, papelería, etc.

 

G.- Cronograma de ejecución, especificando los resultados a obtener en cada etapa.

Cronograma

 

H.- Beneficios esperados.

Los beneficios se centran en los resultados que se obtengan sobre el impacto de la pandemia en la salud mental de personas que residan en Uruguay. Todos los datos que se obtengan serán útiles para discutir y diagramar estrategias de políticas publicas para la atención de la población durante y después de la emergencia sanitaria, además de generar dispositivos de prevención a estos fines.


I.- Estrategias de difusión.

Como se explicó, el proyecto durara 24 meses, previendo 2 informes, uno a mitad del proceso y otro al finalizarlo. Esto servirá a los hechos del seguimiento de las actividades y el procesamiento parcial de la información recabada. Al finalizar el mismo se realizara un informe con todas las actividades realizadas y la información procesada sobre el impacto del aislamiento en las variables ya comentadas.


Esta información será utilizada para publicaciones técnicas, y debates sobre políticas públicas para el abordaje de las consecuencias por la pandemia.

 

J.- Referencias bibliográficas.

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