El consumo de sustancias es un problema de relevancia para la salud mental de toda la población mundial. Se calcula que 1 de cada 20 adultos, es decir, alrededor de 250 millones de personas de entre 15 y 64 años, consumieron por lo menos una droga en 2014. También es un hecho clínico que tiene incidencia económica en todos los países, los costos fluctuaban entre el 0,07% y el 1,7% del PIB de los países examinados (UNODC, 2016).
En Uruguay, viendo los resultados de la encuesta de hogares de la Junta Nacional de Drogas 9 de 10 han probado alcohol, 3 de 10 son habituales del tabaco, 3 de 10 han usado psicofármacos, 1 de 4 alguna vez fumo marihuana, casi 1 de 10 han probado cocaína, y así para otras drogas (JND, 2016). Conociéndose para algunas drogas también el impacto para la salud y la economía del país (Lanzilotta et al., 2018; De Stefani et al., 1998).
A su vez, según esta encuesta, el alcohol sigue siendo la droga más usada y abusada, existiendo problemáticas en todas las franjas, sobre todo en jóvenes (Ruiz et al., 2020). Además de ser el tercer motivo de internación por adicciones.
Los elevados números para diferentes sustancias que se manejan en las diferentes encuestas de la Junta Nacional de Drogas dan cuenta de como independientemente de las edades, niveles educativos o departamentos del país el consumo de diferentes drogas tienen una altísima incidencia.
Esto hace que sea un tema más que relevante para la salud pública, en tanto contar con datos epidemiológicos para entender que tanto se consuma de cada droga, como tener más información sobre factores individuales, sociales o contextuales que pueden influir en el consumo de una sustancia, además, de trabajar en dispositivos clínicos que apunten a reducir el consumo en población general y en adictos, son extremadamente necesarios.
Es por todo esto que entendemos que crear esta línea donde se trabaje con proyectos que se dediquen a obtener información epidemiológica, estudiar factores que estimulan o inhiben el consumo, evaluar consecuencias del consumo y/o investigar estrategias clínicas para el trabajo con adicciones de cualquier droga se hace realmente fundamental en nuestro país. Pudiendo el CIC-P, a través de esta línea, ayudar y aportar con datos a la población y a las políticas nacionales sobre drogas.
- Factores que estimulan el consumo de alcohol en adolescentes y cómo prevenir los daños asociados
- Estudio sobre patrones de consumo y reforzadores en usuarios consumidores de sustancias.
- Adaptación del protocolo ''Mantente REAL'' para prevención de consumos de drogas en Uruguay.
- Exploración del consumo problemático de drogas psicoactivas en personas adultas mayores en relación a sentido existencial e identidad.
- Estudio exploratorio de vivencias y sentidos atribuidos a las experiencia de consumo de éxtasis.
- Sistematización del programa de intervención desarrollado por el Programa Alero en tres zonas: Centro, Cerro y Oeste, Montevideo.
- Género y consumo de tranquilizantes y bebidas alcohólicas en Personas Mayores.
- Del laboratorio al boliche; cuales son los factores que estimulan, el consumo de alcohol y sus consecuencias en la juventud, y como prevenir los daños asociados.
- Relación entre contagio emocional, estado de animo y consumo de alcohol en adolescentes.